jueves, 18 de noviembre de 2010

El Avila

Para mis nietos...

Cuando la faz de la aurora
asoma en el horizonte,
de amaranto se colora
la verde cima del monte.

Su joyel de pedrería,
vuelca El Avila altanero
y eclipsa en la lejanía
el parpadear de un lucero.

Creador de abstrusos diseños
para sus hábiles trazos,
el azul de los ensueños,
el rojo de los ocasos.

El Avila amigo

 El Avila era mi amigo
antes de quedarme ciega,
y por su feraz ribera
fue dialogando conmigo.

Admiramos la belleza
de la flora exhuberante,
demostrando a cada instante
su incalculable riqueza.
Habla de no haber ninguna
aridez en sus paisajes,
los que parecen encajes
bajo la luz de la luna.

De sus fáciles enredos
con las tímidas palomas.
que aguardan entre las lomas
la caricia de sus dedos.

Evoca su rebelión
al ver que una golondrina,
en su marcha peregrina
abandona la región.

Y no pretende ocultar
que la huida sorpresiva,
de la veloz fugitiva
le causara un hondo pesar.

Me confiesa sus temores
a las lluvias invernales,
cuando recios vendavales
le desgajaban las flores.

Y no poder evitar
la zarpa de las centellas,
dejando profundas huellas
sobre su extenso solar.

Habla de la saña cruda
del implacable verano,
en su furor inhumano
incendiando la espesura.

Y del perezoso estío
con sus pasos fatigados,
cruzando por los sembrados
empapados de rocío.

Elogia a la primavera
que con su rico bagaje,
brinda vigor al ramaje
y frescura a la pradera.

Me confía ser el poeta
de las águilas errantes,
de las estrellas radiantes
y la luciérnaga inquieta.

Libera a una mariposa
que en peligrosos antojos,
prende entre espinas y abrojos
sus alas color de rosa.

Lo emocionaba escuchar
a la orilla del camino,
el murmullo cantarino
de un jubiloso raudal.

Y se detiene a mirar
los pájaros montañeros
anidando los polluelos
de la fauna tropical.

Oyendo el ronco rugir
de las olas encrespadas,
advierte negras nubladas
en un cielo de zafir.

El Avila es quien rechaza
las aguas de su frontera,
cuando la mar traicionera
a la ciudad amenaza.

Prisionero entre su cresta
por su abrupta fortaleza,
debe a la naturaleza
su inspiración de poeta.

Tendida a su alrededor
la noche aterciopelado,
le dará en fragante almohada
un sueño reparador.

Hoy siento melancolía
al no distinguir su cumbre,
y en mi oscura incertidumbre
envidio la luz del día.

Vicenta Núñez Sucre de Yánez
1967

Venezolanidad

Cuna del Libertador,
ciudad cuatrícentenaria.
Por tí llegue mi plegaría
hasta el Supremo Creador...

El dió a la naturaleza
Caracas de gracia llena
cual una madrina buena
su majestuosa realeza...

Concibieron tus entrañas
héroes que llenan de gloria
las páginas de la historia
con victoriosas hazañas...

Aguilas de audaces vuelos
en sus andanzas guerreras.
Atravesando fronteras
libertaron otros suelos...

A la heróica jornada
románticos extranjeros
espontáneos te ofrecieron
su corazón y su espada...

Luego ambiciones mezquinas
de procedimientos crueles
tus merecidos laureles
convirtieron en espinas ....

Alza tu faz angustiada
en un gesto soberano
y arroje airada tu mano
la inconsecuente mesnada...

Vicenta Núñez Sucre de Yánez
Julio 1967

El Arco


Campo de Carabobo, Veintitrés de Junio:
abruma la llanura un Sol abrazador;
sobre la tosca piedra a nuestros magnos héroes
los precede la augusta faz del Libertador...

Su actitud estatuaria muestra el hondo mutismo
del águila soberbia que en amplitud del vuelo,
apenas escalada la ambicionada cumbre
sintiera de improviso defraudarse su anhelo...

Contrasta con la enjuta figura del guerrero
la arrogancia de Páez, Dios Mitológico
de nuestra recia pampa. Sigue Negro Primero
en su fogoso bruto, enastada la lanza;
y el adusto escudero, tras el Centauro heróico
como cachorro en celo sobre su huella avanza...

Vicenta Núñez Sucre de Yánez
Junio 23, 1929 

Cecilia Núñez Sucre

Nacida e el 13 Agosto de 1883, en Maturín, Edo. Monagas, Venezuela.
Murió el 23 Diciembre de 1969, Caracas, Distrito Federal, Venezuela a la edad de 86 años.

Educadora y política, primera mujer electa al Senado de la República. Hija de Ángel Núñez Romberg y de Carmen Sucre de Alcalá.

Obtuvo su título de maestra en 1916 e inició su labor docente fundando una escuela en Maturín (Edo. Monagas).

En 1920, se trasladó a Caracas y en 1926, junto con algunos familiares y amigos, fundó un grupo político-cultural opositor al Gobierno del General Juan Vicente Gómez. Participó en el movimiento estudiantil de 1928 y canalizó la ayuda a los presos políticos de La Rotunda.

Compartiendo sus actividades políticas con las docentes, fué Directora de las Escuelas Jesús María Sifontes de Los Teques y de la Elías Toro de El Valle (Caracas).

Al inicio del gobierno del general Eleazar López Contreras, fué designada Directora de la Escuela Normal de Mujeres, hasta que dicho plantel fuera allanado por la policía el 14 de febrero de 1936, hecho que protestó ante el Gobernador de Caracas.

Ese mismo año, publicó Defensa ante la Sociedad y el Magisterio Venezolano.

En 1937, fué jubilada y desde entonces, se dedicó por entero a la política. Expulsada del país (1937), se asiló en Chile; regresó a Venezuela en 1941 y figuró entre los miembros fundadores del partido Acción Democrática, del cual fue Primer Vicepresidente.

Diputado por el estado Monagas a la Asamblea Nacional Constituyente, firmó la Constitución de 1947.

En 1948, fué elegida senadora por el estado Monagas. Derrocado el gobierno del presidente Rómulo Gallegos (24.11.1948), viajó a Estados Unidos (1949), regresó a Venezuela (1950) y luego, se exiló en España (1950-1958).

Como líder político, se le reconoce a Cecilia Núñez su lucha por la conquista del voto femenino y por la igualdad de la mujer.

Palabras de su hermana Vicenta Núñez Sucre

HONORABLES PRESIDENTE Y CONCEJALES DEL AYUNTAMIENTO, REPRESENTANTES DEL GOBIERNO NACIONAL, DESTACADOS MAESTROS DE LA ESCUELA CECILIA NUÑEZ SUCRE". SEÑORAS Y SEÑORES . .

Siendo la primera vez que me dirijo al público comienzo pidiendo indulgencia a mi desmayada palabra.
Hondamente turbado mi espíritu ante el espontáneo y conmovedor homenaje rendido a la memoria de mí hermana Cecilia - por generosa disposición de sus oferentes miembros selectos de nuestra Ilustre Municipalidad, a éllos, a los esforzados profesores quienes realzan este acto con eficiente colaboración y a las distinguidas personas que gentilmente los acompañan, en mi nombre y en el de mis familiares, expreso nuestro justo y profundo agradecimiento.

Palabras de Vicenta Núñez Sucre en sus 80 años

Ruego a mis distinguidos invitados un momento de silencio para expresar mi hondo agradecimiento a esta gente de la Casa Monagas en particular al Dr. Manuel Navarro, quienes en gesto de exquisita cordialidad nos acogen en el cálido hogar de la tierra nativa imperecedora en mi memoria.

También agradezco a los amigos por haber atendido amablemente mi invitación, prestigiando con su presencia este filial obsequio que en el ocaso de la vida llena espíritu de inefables emociones.

Promovida por mis familiares esta celebración habré de confesar, carencia de méritos para ella, a no ser los que me concede generosa la naturaleza permitiendo sobreviva la inclemencia del tiempo, pero en hora no lejana al llamado de la tierra reclamará su tributo y hasta el Supremo Hacedor llegaré con las manos vacías -más ante él se alzará como una ofrenda este amor a los hijos que mas allá del infinito perdura en el alma de todas las madres.

Y para dar algún colorido a mi desvaída palabra termino haciendo ala la inspirada y sugestiva estrofa de un fino poeta:

"Vida nada me debes, Vida estamos en Paz." . . .

Vicenta Núñez Sucre

Salvador Allende

ALLENDE !! Clarín sonoro su inmolación en la Historia
a repercute como el eco del repudio universal.
Jamás podrán sus verdugos arrebatarle la gloria
de haber legado a los pueblos un heroismo inmortal. . .

Indignos hijos de O'Higgins violan la Constitución
donde volcara Andrés Bello su egregia sabiduría,
cuando debían mantener en alto su institución
la desmerece el perjurio de sobornada jauría. . . 


Allende será oriflama en la mano combativa
de los valientes que luchan por su patria encadenada
dispuestos a liberarla de la mesnada homicida.

Y recobrando el país su prestigiosa cultura
entre esa tierra el abono de la sangre derramada,
hará germinar adelfas en la fosa de Neruda . . . .

Vicenta Núñez Sucre de Yánez
1973

Optimismo

a José...
Me abruma el presentimiento
que de mí la luz se aleja,
y por no quedarme ciega
la busco en mi pensamiento...

Ella puede disipar
de mis tinieblas las huellas,
dándome a ver las estrellas,
el alba, el Avila, el mar....

Miraré en días invernales
a través de los cristales
la fina lluvia caer.

Y en el azul firmamento,
con la luz del pensamiento
al sol veré descender....

Vicenta Núñez Sucre de Yánez

Aurora II

Aparece la aurora en los alcores
cual una campesina temerosa
que aguarda en la vereda rumorosa
al galante zagal de sus amores.

Por sobre el espesor de los follajes
precedida de blancas mariposas,
tiende su chal de fibras primorosas
festonado con diáfanos celajes.

Abre el sol su carcaza de pedrería
y entre un derrochamiento de esplendores,
a la eclosión radiar sucede el día.

Zagal que acude a la citada hora
y en festivo trinar de ruiseñores
despide con endechas a la Aurora. . . .

Vicenta Núñez Sucre de Yánez

Aurora

Entre campos y penumbras surge radiante la aurora
matizando los celajes con su cauda de arreboles
al prodigio de su influjo abre la flor su corola
y de los niños escapa el trinar de ruiseñores ...

Vibrante llama a la misa el repique campanero
interrumpiendo rumores de la risueña mañana
y comienza a rechinar la carreta del obrero
llevando a la rutina de su tarea cotidiana....

El sol proyecta sus rayos sobre el orto soñoliento
dando calor a la tierra actividad y riqueza
a su paso majestuoso por el vasto firmamento
le sigue diafana estela de esplendorosa belleza...

Emperador de los astros atada lleva a su mano
recia alforja donde guarda inagotable tesoro
que esparce por el espacio en un gesto soberano
cual si fluye de sus dedos rica cascada de oro...

La naturaleza toda obstenta su lozanía
los siglos han excluido de su antigüedad las huellas
viste juvenil atuendo al aparecer el día
y en la noche la engalana un aderezo de estrellas...

Vicenta Núñez Sucre de Yánez

Aurora

Entre campos y penumbras surge radiante la aurora
matizando los celajes con su cauda de arreboles
al prodigio de su influjo abre la flor su corola
y de los niños escapa el trinar de ruiseñores ...

Vibrante llama a la misa el repique campanero
interrumpiendo rumores de la risueña mañana
y comienza a rechinar la carreta del obrero
llevando a la rutina de su tarea cotidiana....

El sol proyecta sus rayos sobre el orto soñoliento
dando calor a la tierra actividad y riqueza
a su paso majestuoso por el vasto firmamento
le sigue diafana estela de esplendorosa belleza...

Emperador de los astros atada lleva a su mano
recia alforja donde guarda inagotable tesoro
que esparce por el espacio en un gesto soberano
cual si fluye de sus dedos rica cascada de oro...

La naturaleza toda obstenta su lozanía
los siglos han excluido de su antigüedad las huellas
viste juvenil atuendo al aparecer el día
y en la noche la engalana un aderezo de estrellas...

Vicenta Núñez Sucre de Yánez

Pesimismo

En mi encierro solitario
se asemeja mi penar
a las cuentas de un rosario
que jamás han de acabar ...

Sin crepúsculos ni auroras,
envuelto en sombras el día
transcurren lentas las horas
de esta honda melancolía....

Hundida en su desaliento
poco exige de la vida
mi resignada aflicción ...

Y ansiosa espera el momento
en que restañe la herida
que lleva en el corazón ...

Reencarnación

Regresan al infinito por un decreto del cielo
las almas ya desligadas de su envoltura mortal.
Esperan allí el momento de emprender prestas el vuelo
al asignarles los cuerpos donde van a reencarnar ....

De ellas provienen los genios, artífices de la ciencia,
los devotos que profesan la fé en un apostolado.
Ellas son las elegidas emisarias de indulgencias
para espíritus cautivos en las redes del pecado ...

Se posesiona del hombre una crueldad alarmante
que condena la razón y rechaza el sentimiento.
Ha perturbado la paz con agresión incesante
como si un poder siniestro domina su pensamiento ....

Olvidan los infidentes las sublimes enseñanzas
de una igualdad justiciera proclamada por Jesús.
Surgen nuevos fariseos y entre oscuras asechanzas
anulan el sacrificio consumado en la cruz ......

Con las almas reencarnadas regresa el manso Pastor.
a rescatar estos seres de sus pasiones mezquinas.
Haga en ellos un milagro de fraternidad y amor
que les lleve a practicar sus redentoras doctrinas....

Vicenta Núñez Sucre de Yánez
1972 

Advertencia Aureliano

Aureliano, amigo mío ! . . . .
llama tarde a mi cancela,
sólo soy ave que vuela
por la cima del vacío . . .

Una romera perdida
equivocando el camino
a quien negara el destino
su aspiración preferida. . . .

Sus mensajes de amistad
a mis años flagelados,
fueron dones otorgados
por su inefable bondad. . .

Juglar de tiernos empeños
renueva usted emociones,
en idílicos rincones
y vírgílianos ensueños . . . . .

Vuelva presto a lo real
de una etapa establecida,
que ya amenaza la vida
del que alienta un ideal . . .

Como signo de cariño
interprete mi advertencia,
aún adquiriendo experiencia
sigue el hombre siendo niño . . .

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez

Recordando a Ofelia

A Marucha y Angel, hermanos que con admirable
tenacidad se la disputaron a la muerte.

Terminó la cruenta lucha de un prolongado martirio
y voló por el ocaso el alma hasta el infinito.
Junto a su lecho vacío arde la llama del cirio
imprimiéndole al momento la mística unción de un rito.

Fué culta, sentimental, abnegada y decidida. . .
El cerebro que mantuvo equilibrio en el hogar.
Hizo del deber un culto dedicándole su vida
con la fíbra prodigiosa de una energía excepcional.

Se eleva sobre la fosa donde yace el cuerpo inerte,
entre flores del recuerdo la gratitud fraternal,
rindiéndole a su memoria un homenaje ferviente
que será ofrenda perpetua como el ara sacrosanta en el altar.

Vicenta Núñez Sucre de Yánez

Septiembre 7 , 1971

Rebecca

En el árido erial de mi existencia
entras como el aroma de la primavera;
el influjo sutil de tu presencia
trae un rayo de luz a mi ceguera....

No distinguía tu rostro, ahora sé que eres bella
escuchaba de tu voz el acento musical;
tendrás ojos soñadores con radiaciones de estrella
a los que asome tu alma selecta y emocional .....

De figura estilizada luce tu esbelta elegancia
el donaire juvenil de la estirpe castellana;
llevas un bíblico nombre al que dá unción y prestancia
tu fervorosa creencia en la enseñanza cristiana ..... 

Siga el hada generosa que aboga por tu ventura
llenando de regocijo tu recinto familiar;
y perpetúe tu espíritu esa risueña ternura
que ha prolongado el amor en tu vida conyugal.... 

Vicenta Núñez Sucre

Isolina

Nacida en fragantes valles de albahacas y verbenas
le dió la naturaleza frescura de amanecer,
temperamento humorista y una belleza morena
hace interesante y grata a esta indomable mujer.

Cruzó impávida el escollo de un escabroso camino
confiada en su buen criterio fiel conductor de su vida.
No la detuvo el peligro cuando la retó el destino,
y, afrontando sus furores, resistió la acometida.

Socialista sin amarra enjuicia la actual política
que alardea establecer una imparcial democracia,
como experta reportera acuciosa y analítica
con verídicas anécdotas comprueba su ineficacia.

Inteligente y honesta goza de gran simpatía,
satisface y reconforta su agudeza espiritual,
Ligeras pasan las horas en su amble compañia,
por la viva gentileza de su carácter jovial.

Vicenta Núñez Sucre de Yánez
1974

Myriam

Será tu nombre de virgen el que te da esa atracción
de cúspide inaccesible, signo de tu señorío.
Rivalizas a la luna, fontana de inspiración
que hizo mago de la estrofa al genial Rubén Darlo. . . .

Hay en tu voz el arpegio de caracola marina,
en tu escultural silueta esbeltez de palma indiana
y cadencias en la risa cual el agua cristalina
con que mitiga al sediento tu mano samaritano . .

Eres linda catequista en tu paraíso andíno,
solicitas la asistencia de su ignaro campesino
a quien has edificado una escuela artesanal. . .

Y volarás por sus aulas como abeja laboriosa
aportando de tu espíritu una miel maravillosa
que a la pizarra y al libro ha convertido en panal

Vicenta Núñez Sucre de Yánez
Junio 1972

Eloina

Mujer íntegra Tú eres a la vez tierna y severa
con los que están junto a ti disfrutando tu querer.
Tienes una afinidad con la fresca primavera
que cuando llega, el follaje comienza a reverdecer.

Unos te juzgan abstrusa siéndoles casi imposible
penetrar en el remanso de tu ser emocional.
Se requiere para eso un espíritu sensible
y está atrofiado el de éllos por su ambiente material.

Hundiéndome en mis ocasos busqué refugio en el alba
donde apareciste tú como una gracia de Dios.
La mirra de tus palabras reconfortaba mi alma
enajenando mi oido la dulzura de tu voz.

Y aunque existe entre las dos larga distancia de años
ella nunca ha interferido nuestra mutua comprensión.
Tal vez, antes, hemos sufrido de idénticos desengaños
y hoy el destino nos ata con fibras del corazón.

Vicenta Núñez Sucre
Primavera 1977 

Nelly

Cuando niña fué un encanto su timidez de gacela.
Debió ser hecha de lirios la blanca piel satinada.
De quedo acento su voz, con suavidades de seda
y una expresión soñadora en la abstraída mirada. . .

Avatares de la suerte acercaron nuestras vidas,
la ala sombrío otoño, la de élla esplendor de albas.
El óleo de su ternura restañaba mis heridas
y entre las dos se produjo una afinidad de almas. . .

Fiel a sus rectos principios, fina, discreta y afable
ha cumplido la misión de esposa y madre admirable
sin menoscabar su gracia de ingenua sentimental . . . . . .

Y devota de doctrinas que iluminan la existencia
como experta jardinera cultiva su inteligencia
relevantes atributos de una altura espiritual . . . . . . .

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez
Otoño 1972 

Matias Carrasco

Explorador de montañas en las que no entra la luna
estableciste tu carpa en la selva leyendaria,
y en contacto con las tribus de Guaicas y de Arekunas
te angustiaba el desamparo de tu raza milenaria.

A empresario del Cuyuní, preferiste ser minero
para extraer el diamante de minas del Caroní.
Marino del Orinoco y juglar en Tumeremo
las sirenas del Yuruary están llorando por ti.

Ya no existe aquel remanso que era tu ambiente casero.
En sus jaulas los ruídores detuvieron su trinar.
Se alejaron las palomas que anidaban en tu alero
y el huérfano desvalido con quien compartías tu hogar.

Ha enmudecido la lira del poeta de Guayana,
distante de sus crepúsculos se agotó su inspiración.
En la iglesia de su pueblo se oyen doblar las campanas
por no ser en el Roraima que velan su corazón. 

Vicenta Núñez Sucre de Yánez
Junio 1972

Misia Andreita

para sus hijos con mi viejo afecto. 

Cómo realzar las virtudes de un alma sentimental
cuando le falta la luz a mi escaso entendimiento ?
Sólo si evocara el estro de una Gabriela Mistral
saldría esta vez airosa en mi fervoroso intento.

Dios, Pad re justiciero la condujo hasta la gloria
por sus nobles atributos y elevados sentimientos,
al rendírle un homenaje a esa vida meritoria
Jesús,el de los milagros inspire mi pensamiento.

Madre y esposa abnegada, fué precepto de su vida
fortalecerle a los suyos su cristiana devoción.
Bienaventurada élla a quien Dios le dió acogída
la que prometía a los mansos y limpios de corazón.

Alma santa que resides en la corte celestial,
a través del infinito ruega al cielo mí oración;
que tu espíritu subsísta en el sitio terrenal
donde tus hijos contritos aguardan tu bendición.

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez

Lilia Zabala

Es imposible que ignores tu inteligencia objetiva
cuando expresa tu mirada alguna inquietud secreta.
Llevas un nombre de flor que te hace más atractiva
y como mujer sagas eres también muy discreta.

Con los méritos que tienes podrías mostrarte orgullosa
y al contrario eres modesta y ajena a la ostentación.
Amiga sincera, fiel, emotiva y generosa
a flor de labio la risa y sensible el corazón.

Rodeada de problemas ha transcurrido tu vida,
todos han sido resueltos con tu serena energía.
Puedes estar satisfecha de ganarle la partida
a los mal intencionados que te acosan todavía.

En vano intento indagar en tu jardín interior.
Una muralla invencible me detiene en su camino.
Allí quedaron borradas las huellas de un viejo amor
que tal vez abandonaste aspirando otro destino.

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez
Mayo 1.977 

Arnaldo Machado Peraza

Su médico de siempre

En este ambiente mezquino qué le indujo a ser humano
hasta dedicar su vida a una dura profesión.
Igual que a los poderosos toma al mendigo su mano
contándole los latidos de una febril afección.

Para aliento del enfermo basta solo su presencia,
porque inspira fé y confianza su saber profesional,
ejerce sobre el paciente su espiritual influencia
el trato siempre fraterno de su carácter jovial.

Inclinado al socialismo ha sabido interpretarlo
como tribuno elocuente elogia el moderno credo,
está distante de mí el intento de halagarlo
sabiendo que él es modesto, hombre íntegro y sincero.

No logro encontrar la frase que exprese mi sentimiento
de gratitud y de afecto por su esmerada atención
y menos podrán borrarse nunca de mi pensamiento
las acciones generosas de su noble corazón. 

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez

Irridimibles

a Carlos Enmanuelli ...

Pobre niño! mendigando por la suntuosa avenida,
lleva en los ojos la angustia de haber perdido el hogar
no encuentra su desamparo el alma caritativa
que generosa le ofrezca un rincón donde posar....

Todos pasan a su lado, mostrándose indiferentes
ante ese cruel infortunio que tal vez lo haga pecar.
Ellos serán los primeros en juzgarlo delincuente
cuando prestándole ayuda lo pudieron evitar....

Es una historia inhumana tantas veces repetida
la que en remotas edades desconociera a jesús.
Fue inutil su sacrificio, nula la sangre vertida.

Y si al mundo regresara con su cruz de redención,
hallaría de nuevo en Pedro la cobarde negativa
y del fementido Judas el beso de su traición....

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez

Manuel Segovia

a Juán José Palacios

Caracas fustigada por deprimente aprobio
sacude los resortes de su arteria viril
y al déspota caduco lanza un guante de odio
que agita con denuedo un grupo estudiantil.

El ideal es alto, esforzado, simbólico
se miden en la justa el gigante y David.
La Zarpa del felino sofoca el grito heroico
y envuelto en su bandera sucumbe el adalid.

Sobre el pecho sin mácula yace la mano inerte
la que en impulso cívico y gesto varonil
dió trágica palmada de cita con la muerte
bajo el cielo impasible y radiante de abril.

JUVENTUD..! Dios te guarde, llena de gracia eres
el alma de la Patria fundida en el ardor
de aquella recia casta ornada de laureles
que fué en escolta indómita tras el Libertador..

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez
1928

Manuel Navarro Dominguez

Este galeno nativo de mi provincia oriental
fué limando la aspereza de su ardua profesión
con su refinado gusto por el arte musical,
y el ingénito humanismo que lleva en el corazón.

Digno y gentil caballero de elevados sentimientos,
manifiesta una cultura sin alardes de sapiencia
si alguno de sus conceptos provoca resentimientos
los menoscaba el sosiego de su inmutable paciencia.

Altruista compasivo desempeña diligente su labor profesional,
aplicando a los furores de enfermos exasperados
el beneficio sedante de influjo espiritual.

Y así transcurre su vida ajena a ruines pasiones
rodeado por afectos que han sabido valorar
la probidad realzante de sus nobles actuaciones.

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez
Caracas, Noviembre 1939

Pedro Elias Aristiguieta

(sacrificado por la Patria) 

Fuiste plumón de armirlo por sobre charca inmunda;
propiciatoria víctima de un remoto ideal,
que en la ultrajada patria de los Libertadores
encontrara el acerbo sino del Mariscal.

Tu sangre es de la misma derramada en Berruecos;
y en desigual contienda el arma fraticida
desbozando tu pecho disipó la promesa
altiva y luminosa que fué siempre tu vida.

Mancillar pretendieron tu atávica hidalguía;
aquella de Ayacucho: oríflama de gloria
que diera a nuestro suelo Derecho y Libertad;
Aquella que en Santa Ana probó tu valentía,
cuando ciño a tu frente un lauro de victoria
trasmitiendo tu nombre a la posteridad.

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez
Agosto 1929

Francisco Dominguez Acosta

Se apoderaba del ánimo solemne recogimiento
cuando su voz armoniosa y emocional discurría
En cuál fuente de ternura obtuvo su pensamiento
el dogma espiritualista que de sus labios fluia.

Teosofista soñador idealíza esa doctrina,
con su ingénita modestia reflejada en la finura
del acento mesurado que de súbito reanima
el caudal insuperable de su exquisita cultura....

Algo divino en su ser subyugaba y conmovía
asoma a la mansedumbre de su mirada serena
y en la tímida sonrisa iluminando su faz.
Nada interrumpe el silencio que su espíritu imponia
y bajo el místico influjo de una expresión nazarena
sugestionan sus palabras precursoras de la paz.... 

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez

Luis Rosas Dominguez

Este hijo de los medanos y la región falconíana
desciende acaso de un Inca del arcaico Perú
mezcla de la raza aborigen con la sangre castellana
debió nacer en Calcuta por su alta cultura Hindu.

Hoy me atrevo a improvisarle una microbiografía
que revele exactamente su real inclinación,
viste toga de abogado llevada con gallardía
y mas que jurista es bardo de fluída inclinación.

Soñador contemplativo alza su pupila inquieta
hacia el azulado espacio de tan variados matices,
ellos reavivan el estro de emocional esteta
y añorando los azares de su espíritu cautivo
en la enervante nostalgia de románticos paises,
surge en el pálido ocaso el poema virgiliano del
aeda sugestivo . . . . . .

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez

Serenata Anónima

para Alberto Ravell

Muchacha pura y lozana
que en la provincia aragueña,
asomas tu faz risueña
al claror de la mañana.

En la florida ventana
perfilase tu silueta,
regando con mano inquieta
macetas de seda y grana.

Surge el arpegio que entona
tu garganta en notas claras,
como un revuelo de alas
entre "la vieja casona".

Donde el eco se dilata
con rítmica campanada,
repitiendo la tonada
de la dulce serenata.

Cómo llenara de encanto
a la alborada tu risa,
e irá rodando en la brisa
tu acento en rimas y canto.

Y habrá en tus labios de guinda
la estrofa de algún poeta,
que en la penumbra discreta
te llamara Aragua Linda .....

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez
Octubre 1944

Felix Armando Nuñez

(Para Angel)

Era un joven sensitivo de imaginación inquieta,
con precoz inteligencia y espíritu emocional.
Parecia a veces aislarlo una rebeldía secreta
oprimido por el medio estrecho y casi rural . . . 

Todavía adolescente parte a regiones australes
instándolo el optimismo de su amplia inspiración.
Cautivo de aquel ambiente propicio a sus ideales
con el adquiere un caudal de selecta ilustración. . .

Luego pasados los años ausente del patrio cielo
pensaba que ya la madre tendría el cabello plateado,
y, oyendo en eco impulsivo el reclamo de su suelo
vuelve al lejano país tanto tiempo abandonado. . .

Reconfortada la fibra de su filial sentimiento
lo conmueve la ternura del cariño maternal
más, entre el feliz encuentro embarga su pensamiento
el influjo sugestivo del bello paisaje austral. . .

Y aunque hasta el fin de su vida amó a la patria adoptiva
en su viaje sin retorno supervive la ilusión
de que volaría su alma hacia la tierra nativa
a llevarle el postrer hálito del herido corazón. . .

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez

Manuel Antonio Oliveros

De súbito se apaga el rítmico latido
de su gran corazón sensitivo y humano.
Se fue en silencio, como había querido
el fiel amigo y generoso hermano....

Demostraba desde niño sus sentimientos filiales,
hijo amoroso y consciente, inicia su adolescencia
enfrentando a los problemas de reveses familiares
el acerto inapelable de su clara inteligencia.

Lo confinó la injusticia en una cárcel sombría
donde sintió mas agudo el aguijón de las penas.
Presencia allí los agravios que engendran la rebeldía
y dominaba la suya, para atenuar las ajenas.

Sale de la celda inhóspita en busca de un ideal
que borre de su recuerdo la oprobiosa dictadura,
fué la solícita esposa, gentil y sentimental
quien le reconforta el ánimo con la miel de su ternura.

Perdurará en la memoria la excelencia de su vída,
llena de rectos principios y elevada abnegación.
Dios le conceda a su espíritu esa gloria prometída,
la que merece por justo y noble de corazón .....

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez
Abril 1974

Tumularia

( Para Tavera Acosta)

Miramos descender la sombra quieta
de la tarde entre pinos y sauzales;
y extenderse la noche, en la discreta
penumbra de los rayos vesperales

Junto a la silenciosa sepultura
que encierra tus amores fenecidos,
la enlutada esbeltez de tu figura
diseñase en matices desvaídos.

Fingiendo en la mudez de la plegaría
bajo los mortecinos resplandores,
una pálida estatua tumularia;
que implora en el sosiego del sendero
para el doliente altar de sus amores,
el trémulo incensario de un lucero.

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez
1932

Rimas para Jesus Alejandro

Improvisando esta prosa hago el signo de la Cruz
para que llene este hogar de bullisiosa alegría,
porque viene Ramón Luis trayendo un Niño Jesús
y una madrecita linda como la Virgen María.

Esta casa esta vacía necesita un inquilino
que arroje al suelo cojines y deje llaves abiertas,
acompañado por "Yanky" se meta en la del vecino
y sabiendo que los buscan se ocultan tras de las puertas.

Marzo 1.980

Ecce Hommo

Un pesebre de belén era de Jesús la cuna,
tibia y ligera pajita su breve cuerpo cubría
Se introdujo en el establo un reflejo de la luna
y bajo el fulgor celeste, vela la Virgen María.

Atemorizan a Herodes las antiguas profesias
anunciando el nacimiento del Rabino prometido,
influyéndolo pronósticos de la maligna Herodía
decreta sea degollado el hebreo recíen nacido....

Llenos de intenso pavor deciden José y María
llevando en brazos al Niño fugarse de Palestina.
Después de ásperas jornadas Egipto los acogía,
quedando el pequeño a salvo de la cuchilla asesina...

En exilio crece el hijo retraido y sensitivo,
su padre en CI reverencia al Mesias de Israel.
Es sumiso y en los ojos algo grave y sugestivo
daba a la madre el impulso de arrodillarse a sus pies...

Regresan a Nazareth y comienza la tarea
del Rabino taciturno de expresiva mansedumbre.
Predica el Evangelio en la inquietante Judea
y, ávida de sus promesas, le sigue la muchedumbre...

El Maestro presintiendo el final de su destino,
en legado a sus discípulos deja encomienda divina,
las huellas de sus sandalias señalaban el camino
por donde irían los apóstoles divulgando su doctrina...

Descubren los fariseos sitios de su devoción.
Allí, solo e Indefenso aprisionan a Jesús.
Ellos poseen la daga para herir su corazón
cuando conducido al Golgóta esté clavado a una cruz.

Iniciado el drama inicuo concluye la última escena
perpetrando el sacrilegio de aquella sentencia Iimpía.
Los sicarios se disputan su túnica nazarena,
como en Belén, a su hijo vela la Virgen María...

Ana Karina

Celebra su primer año la princesa Ana Karína.
Bajaron a su palacio las virgencitas del cielo.
Le han traído una muñeca vestida de colombina
y un fino cofre colmado de cereza y caramelo.

La pequeña ya muy lista impide a José Alejandro
su empeño de ser quien abra los tentadores paquetes.
Atenido a que es más fuerte se la echa de malandro
y aunque buena la hermanita ha escondido sus juguetes.

Tanto como la muñeca Ana Karina es bonita. 
lo dispusieron las hadas de los Cuentos de Perrault.
Generosas la tocaron con su mágica varita
donándola de fortuna, salud. belleza y amor.

Hay júbilo en el Palacio de la bella Ana Karina.
Sus padres cuelgan piñatas para la chiquillería. 
Los comensales traviesos se agreden por golosinas
y no obstante el gran tropel la Infanta feliz dormía

Al terminar esta anécdota dedicada a mi bisnieta
quisiera que en el futuro se realice mi ilusión,
de que élla será una dama espiritual y discreta,
con exquisita cultura y esmerada educación.

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez
1975

Selene

La lírica diosa - musa de poetas
sufre la desdicha de verse invadida.
Tan cruel acechanza la mantiene inquieta
y aparece, pálida, sombría, cohibida....

Pretenden aislarla, es lo que élla teme.
Buscará en la tierra asilo a su vida,
decide la fuga confiada en SELENE
y en su hogar le ofrecen feliz acogida.

Selene excitada se mueve en la cuna.
La tierna abuelita paciente la mece
y sonríe pensando que para dormirse espera a la luna.

Un paso furtivo se acerca a la cuna,
oyendo la niña levísimo arullo al fin se adormece
y con la abuelita, vigila su sueño la pálida luna. 

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez

Vitico y Orlando

Tengo ya varios bisnietos que nacieron en febrero.
Este mes lo califican de loco desenfrenado.
Tal vez por eso Vítico simpático y camorrero
se diferencia de Orlando niño risueño y callado.

Vitico cuando saluda dice cortés: mucho gusto:
a cualquier lugar que vaya se hará el mono de la fiesta.
Pero una de sus hazañas es proporcionar un susto
y los demás junto a él deben mantenerse alertas. 

Orlando por el contrario es un chiquillo apacible.
Vítico lo cuida mucho creyendo que él es su hermano,
quiere servirle de apoyo hasta donde le es posible
y lo proteje en su intento, llevándolo de la mano.

Es muy probable que Orlando resulte también un diestro
en audaces travesuras como el célebre primito
y suceda que el alumno, superando a su maestro,
le arrebate el campeonato al deportista Vitico.

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez
Febrero 1975

Adrian Gonzalo

Adrián nació en Acarigua acogedora y risueña.
De súbito empezó a oirse inusitado rumor.
En la alcoba de Lucero se introdujo una cigüeña
y colocó en su regazo un chiquillo encantador .....

Aún no ha cumplido tres años ya es perito agricultor.
Lleva en su sangre la mezcla de aborigen mexicano.
Entona tangos y gaitas como experto trovador
y tal vez para el futuro sea un líder venezolano.

Es frecuente nos sorprenda con su oido musical.
Siendo un chiquillo se expresa con claridad y gracejo.
En la mesa se maneja como cualquier comensal
y por ser él tan pequeño celebramos su despejo.

Aspiro seas el orgullo de tus padres y abuelos,
fortaleciendo principios adquiridos en tu hogar,
y tengas siempre presentes los ejemplos que te dieron
y ellos le sirvan de estimulo a tu vida espiritual.

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez
Diciembre 1976

Jose Alejandro

Naces en la era lunar, cuando el hombre escala el cielo
Adelantando en futuro de tí quisiera afirmar,
que heredarás con el nombre de paterno bisabuelo
virtudes más honoríficas que las efímeras glorias de Alejandro y de Dumás.

Aspiro seas un tribuno elocuente y sugestivo
hubo en tu ancestro un Apóstol de evangélico ritual.
No serás nunca el fenicio codicioso y engreído
porque desciendes de estirpe con raicrambre espiritual.

Sobre la mullida cuna,
entre la suave tibieza de la cubierta de seda,
una solícita madre arrebuja su pequeño,
y bajo rayos de luna 
como Angel de la Guarda fervorosamente vela
el reposo de tu sueño.

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez
Agosto 15, 1971.

Cuentos de Hadas

Maria Beatriz
para Beatriz y Freddy

Magníficos dones de magos y hadas
lleva Blanca Nieves a María Beatriz.
Preciosas cubiertas para sus almohadas
y una cuna regia, tallada en marfil..

Obsequió a la Nena con las maravillas
que dan a sus ojos lánguidos destellos.
Cubren de arreboles sus frescas mejillas
llenan de rizos sus tinos cabellos ...

Como es ambiciosa Blanca Nieves quiso
Prodigarle bienes a su protegida,
le dona viviendas en un paraíso
donde se deslice plácida su vida ....

Sueña acariciarla mimosa en sus manos
lo que a Blanca Nieves haría feliz.
Irá a Prometerle a los siete enanos
ponerle en sus brazos a María Beatriz..

Cuando esté crecida, despierta la mente
le contará cuentos, el de Cenicienta, el de Pulgarcíto
la Caperucita, el Bosque Durmiente,
y su propia historia, con los enanitos ...

Los padres se engríen viendo a su pequeña
rodeada de mimos, amor y desvelo.
Les llegó traída por una cigueña,
haciéndole guardia un ángel del cielo ...

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez

Sueñan las Infantas

para Soraya e Iraida

Iraida y Soraya gentiles infantas alegres y bellas
juntas se han propuesto cruzar el espacio.
Sueñan elevarse hasta las estrellas,
encontrando albergue en su real palacio ...

Irán de turistas a reinos lejanos.
Iraida impaciente segura del éxito decide volar
Soraya entre tanto, con hábiles manos
revisa la brújula que las va a orientar ...

Iraida al volante, los ojos alertas
en la noche oscura como el abenuz.
Las dos aeronautas listas Y expertas
invaden audaces el cielo andaluz ...

De allí parte el vuelo hacia el Hímalaya
vistas las Pirámides, siguen al Irán.
El drama del Sha conmueve a Soraya
y extraña congoja le hace suspirar ...

Qué pasa a la Infanta ? ... Acaso ha sabido
de la otra Soraya su amargo penar.
Iraida se turba, ahora ha comprendido
que de aquel raro sueño hay que despertar .....

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez

Tribunal Supremo

para mis bisnietos

Semejando un blanco cisne que va a detener el vuelo
en el puerto hecha sus anclas la marinera balandra,
de allí luciendo un abrigo de lujoso terciopelo
desembarca presurosa la niña María Alejandra.

En brazos de los abuelos que amorosos la esperaban
refiriendo sus andanzas charla entusiasta mantiene
María Beatriz y Soraya la oían alborozadas
y con incrédulos guiños Iraida José Alejandro y Selene.

Los sorprende la risueña y sagaz María Alejandra,
¡Vaya que saben los primos de travesías por el mar
sin inmutarse reanuda su odisea en la balandra
imprimiéndole al relato un acento doctoral.

Reprochan la travesura Soraya y María Beatriz
las dos por José Alejandro manifiestan preferencia,
en la tertulia interrumpen el regocijo infantil
culpando a Yraida y Selene de la importuna ocurrencia.

Docta y altiva en la réplica Iraida se defendía
acusa a José Alejandro de cómplice picaruelo
aunque a Selene divierte lo que se le atribuia
para que termine el pleito acude al jurista abuelo.

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez

Gladys Yanez

Morena del Orinoco, cachito de cebadílla
hasta la piedra del medio es capaz de remover,
con su risa cadenciosa sugestiva maravilla
y su energía arrolladora, que sabe bien imponer.

Mariposa sobadora de alas leves , intranquilas
siempre a su alcance el pasaje permitiéndole volar,
invadirá las Azores donde sus bellas pupilas
escruten el horizonte para poderse orientar.

Saciada su ansía viajera se detendrá su coturno
a las orillas del Ganges, en Síbería o en Japón,
y quizás por esos lares habrá de llegarle el turno
de un romance tan ardiente que sofrene su ambición.

Libélula trashumante, cautiva de un gran afecto
embargado el pensamiento por inefable ilusión,
al fin arribe su nave en algún extraño puerto
obedeciendo la urgencia de su propio corazón. . . .

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez
Diciembre 1970

Carta a Ramón Luis IV

Distante de la abuelita te situaste Ramón Luis
buscando el medio adecuado a tu gran aspiración;
la casa está silenciosa ausente el hijo feliz
que afinando su guitarra entonaba una canción.

Todos aquí incluso Collie hemos quedado muy tristes.
El deja ver en sus ojos cuanto se inquieta sin tí.
Tal vez quiere preguntar por qué motivo te fuiste
y huye de la soledad echándose junto a mí.

Es mi esperanza y consuelo creer que el materialismo
no te anule los preceptos del ambiente familiar.
Que tu espíritu conserva su natural humorismo
y la simpatía atrayente de tu carácter jovial.

Le ruego a dios te proteja por ser tú recto y humano
ajeno a vanas pasiones que perturban la razón;
él te conceda entre extraños encontrar un buen hermano
y aprecie las cualidades de tu noble corazón.

Interminables y oscuros son los días de la ausencia,
en sus noches el desvelo amarga mí cavilar.
Sólo una gracia divina puede alargar mi existencia
y satisfacer su anhelo de resistir y esperar.

Coloqué junto a mi cama tu nueva fotografía.
Besandola te bendigo y eso alienta mi ilusión
de que el cielo me permita en un no lejano día
verte entrar con la guitarra entonando una canción.. 

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez

Carta a Ramón Luis III

Mi querido Ramón Luis: hoy recibí tu esquelita
reconfortante del ánimo siempre que viene de tí.
A toda hora te recuerda y bendice tu abuelita
segura de que en la ausencia no te olvidaras de mí...

Imagíno largo el tiempo que nos obliga a esperar
que tu vuelvas a librarnos de esta soledad sombría,
te lo seguiré exigiendo mientras puedas regresar
para recobrar de nuevo tu juvenil alegría .....

Me complace tengas carro siendo ese tu deseo.
Aunque sepas manejar no dejes de ser prudente.
Atiende la ley de tránsito cuando salgas a paseo
y como allí la respetan debes tenerlo presente.

Quiera dios no te deslumbren las cosas superficiales
porque tu patria está urgida de una severa misión,
que se empeña en corregir errores y veleidades,
obra que aspira emprender su nueva generación.

Todos nosotros tenemos una salud regular. 
José trabaja y estudia con su afán acostumbrado.
Estar tu distante y solo nos tiene que preocupar
más puesto que eres un pillo ya te habrás enamorado.

No obtuviste por buenmozo esa beca de Ayacucho
antes de decirte adios te quiero dar un consejo.
"Esfuérzate en estudiar, sin atropellarte mucho
y nunca eludas consejos si quieres llegar a viejo" ....

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez
Mayo 1976

Carta a Ramón Luis II

Si yo pudiera escribir muchas cosas te diría
de este país manumiso, quijotesco y millonario.
De tus nuevas relaciones si son fieles todavía
y de al gún jefe iracundo cada vez más arbitrario.

Venezuela es el Chicago de los tiempos de Al Capone
atracos y asesinatos ocurren todos los días.
Es ineficaz la fuerza que a enfrentarlos se dispone
y protestan en la prensa tan continuas fechorías.

Anhelo el campestre ambiente de mí provincia lejana
en que la naturaleza es fértil y generosa;
tiene brillantes ocasos y risueña la mañana
donde transcurre la vida apacible y silenciosa.

Caracas era un remanso de primorosas macetas;
asomaban a su reja bellos ojos soñadores
que inspiraban madrigales a románticos poetas
y surgía entre los aleros el trinar de ruiseñores.

Ahora está convertida en un centro comercial
con avenidas estrechas para el tráfico inquietante;
Caracas ha ido perdiendo su influencia espiritual
y su clima antes benígno es cálído y sofocante.

Las costumbres modernistas suprimieron la prestancia
de una ciudad desbordada de atractivos femeninos.
Poco le queda a las damas de su elogíada elegancia
y en nada les favorecen sus modales masculinos.

La suerte te da los medios que hagan feliz tu destino
depende de tu cordura aprovechar la ocasión;
siempre te guíe el espíritu de tu abnegado padrino
y los grandes sentimientos de su noble corazón.

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez
1976

Carta a Ramón Luis

Mi querido Ramón Luis: Has cumplido tus veinte años
privado de nuestro afecto en un remoto lugar.
Tal vez no estuviste solo aunque vives entre extraños
siendo que ellos te demuestran una amistad fraternal.

Algo raro me ocurría cuando fuí a felicitarte
y ya en contacto contigo de pronto rompí a llorar.
Todavía me reprocho el mal rato que pasaste
por mi escape de tristeza que no pude dominar.

Por orden de José Antonio llevo sol todos los días
queriendo recuperarme de una pasada dolencia.
Collie entra en la terraza haciendome compañía
y junto a él sobrellevo los vacios de tu ausencia. 

Sé que no vendrás en julio como tu lo prometiste
y yo contando los meses que nos separan de tí.
Sigo pidiéndole a Dios viva para bendecirte
y me conceda la gracia de verte otra vez aquí.

13 Marzo 1976 Cumpleaños de mi nieto Ramón Luis.

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez

Distancia

(a Ramón Luís)

Ansioso de un nuevo amor dejando el cálido nido
a distancias ignoradas vuela el pájaro señero,
y entre regiones extrañas donde se encuentra perdido
comienza a sentir nostalgia de su abandonado alero.

Así iluso cruza el hombre la distancia leyendaria
seguro de conquistar el dorado vellocino
y venciendo los fracasos de su lucha temeraria
era después un errante por el áspero camino.

Igual que el mar las distancias frívolas y engañosas
ofrecen dicha y fortuna al ingenuo caminante,
y como acaba el amor los reinados y las rosas
esa pérfida promesa se deshace en un instante.

Se cuenta que la distancia convierte en indiferencia
la delicada ternura de emotiva adoración.
sólo quienes bien se aman nunca los cambia la ausencia
siendo fieles a un amor cautivo del corazón.

Vicenta Nuñez Sucre
Septiembre 1975

Rimas de Maritza

Vuelan mis precarias rimas a las manos de Maritza,
niña de rasgados ojos y sosegado mirar;
en los labios el esbozo de una ligera sonrisa
y en su armónico dialecto es más tierno el madrigal.

Nació en los Valles de Aragua, aquella región procera
la del Samán confidente de la fé bolívariana,
heredando la prestancia de su fresca primavera.
Lleva con gracia el donaire de la mujer victoriana.

Algo extraño que le ocurre la induce a sentirse ausente,
tal vez la aísle el ensueño de un imperativo amor
en las almas conturbadas una tendencia insistente
la obliga a refugiarse en su jardín interior.

Remisa y sentimental aparece entristecida
prodiga el amor delicias y a veces hondas querellas,
encerrada en su reserva teme no ser comprendida
y sus íntimas congojas se las confía a las estrellas.

Sea talismán de su vida esa tímida ternura
oculta celosamente como gema milagrosa,
no puede agotarse nunca su generosa finura
que hará transformar mis rimas en un manojo de rosas.

Vicenta Nuñez Sucre
Abril 18, 1971

Perfiles de Olga Marina y Cecilia

Olga Marina y Cecilia gentiles adolescentes,
dos morenitas dotadas de gracia primaveral.
Ojos negros soñadores, labios frescos
sonrientes y en la silueta esbeltez de palmera tropical.

Una suave reflexiva, sentimental y prudente
la otra alegre castañuela con donaire juvenil.
Qué les reserva el futuro en este confuso ambiente
donde sueñan alcanzar un risueño porvenir.

En los ojos de gacela una expresión abstraída
contrasta con el arpegio jubiloso de la risa,
y en las voces moduladas la cadencia fugitiva
de los claros manantiales y el susurro de la brisa.

Diligentes optimistas atraviesan por la vida
llenas de castos anhelos y emotivas ilusiones,
confiadas en privilegios que la juventud prodiga
esperan ver realizadas sus caras aspiraciones.

Propicia les fué la suerte uniendo a su inteligencia
delicados atributos que ellas sabrán cultivar,
los dones espirituales ennoblecen las existencia
y es regocijo del alma el hacerlos perdurar.

Vicenta Nuñez Sucre

Semblanza Ramón Luis

El faculto Ramón Luis me pide una biografía
que revele tal cual es el travieso adolescente.
A los trece años estudia segundo en filosofía,
scout indisciplinado, intrépido y competente.

Recio músculo, sagaz dicharachero y risueño,
exhibe con arrogancia su atuendo de excursionista,
usa con gracia del chiste, innato del caraqueño
alardeando presuntuoso de alguna fácil conquista.

Puede hacerse dibujante de planos y maquetas
porque es fuerte en matemáticas y lo atrae la ingeniería,
pero cuando a este buenmozo lo exaspera una rabieta
echa todo por borda y aspira a ser policía.

Vicenta Nuñez Sucre

Semblanza Jose Antonio

Cuenta apenas quince años, guía agrupación scout,
y es ejemplar estudiante. mide un metro ochentísíete de altura,
pesando noventa kilos este fornido gigante
conserva con el deporte la línea de su figura...

siendo serio y reflexivo actúa a veces como niño
dejándose dominar por un arraque de ira se le gana
la batalla si contraataca el cariño porque usando la
violencia puede darse por perdida...

Lo quieren bien sus amigos por su trato campechano,
gusta de la buena música y una orquesta le fascina.
Declara con entereza que quiere ser cirujano
y al salir de bachiller se inscribirá en medicina...

Es parco en dar opiniones lo que acusa buen sentido
expresando sus ideas con claridad y cordura.
Como se sabe simpático le gusta andar bien vestido
dándole mayor realce a su elegante figura.

Vicenta Yanez Nuñez
1969

José Yanez

Se quedó su silencio en la casa vacía
su apacible figura en el viejo sillón
y el ritmo de su paso que a veces parecía
el pausado latido de su gran corazón.

Fue probo, reflexivo, abnegado y paciente
no pudo hallar cabida en su pecho el rencor
ante el apremio ajeno jamás fue indiferente
lo que ofrecía su mano lo daba con amor.

Pasará su silencio en la casa vacía,
no habrá quien lo reponga en el viejo sillón,
mas su elevado espíritu siempre perduraría
cual sí fuese un latido de su gran corazón.

Vicenta Nuñez Sucre
1968

Reproche

Por qué aparecen tus ojos inundados por el llanto
acaso no eres feliz confiada en un gran amor ?
si en tus jardines escuchas de ruiseñores el canto
aspirando suave aroma de madreselvas en flor. . . .

Piensa que en la tierra existen muchos seres sin ventura
quizás toquen a tu puerta por un mendrugo de pan,
al recibirlo, sonríen a pesar de su amargura
compáralos con tu dicha y aprendela a valorar...

Nunca desperdicies dones cuando la vida lo ofrece
veleidades de la suerte te los puede eliminar
juventudes y bellezas el tiempo las desvanece
perduran las del espíritu si se saben cultivar...

Vuelva la risa a tus labios, y a tus ojos la alegría
viendo en la naturaleza cosas dignas de admirar,
maravillas del crepúsculo que sus celajes hundía
con el reflejo de estrellas sobre la bruma del mar.

Vicenta Nuñez Sucre

Infortunio

Era su amor una estrella iluminando el camino
que su empeño fervoroso eligió para mí vida
por él iba alucínada en busca de mi destino
como arriba el caminante a la tierra prometida . ..

Cautivo todo mi ser en la suprema delicia
de sentir que aquel amor sería para siempre mío,
soñadora imaginaba el roce de una caricia
cual la prodiga a la flor la pureza del rocío...

Una sentencia implacable hizo variar mí destino
y un presagio de infortunio desvaneció mí ventura
cuando en sus ojos febriles veía declinar la luz.

Ya no aparece la estrella iluminando el camino
del que volví flagelada por infinita amargura,
al dar fin a mi ensueño la realidad de una cruz.

Vicenta Nuñez Sucre
1909 

Anhelo

Sí pudiera verte antes que la noche
ostente en el éter su regio esplendor,
cuando los capullos entreabren su broche
y en el viejo alero cante el ruiseñor ...

Antes que el labriego recoja el arado
que en la recia mano remueva pedruzcos,
donde desengarza su collar plateado
el agua que riega grávidos surcos ...

Allí en esa agresta sosegada sombra
quisiera el silencio romper de la muerte
llevando a tu oído la voz que te nombra.
Más solo responde el eco a mi acento
y ante lo insondable de la nada inerte
volveré a encontrarte en mi pensamiento

Vicenta Nuñez ucre

A Tí

Por las desiertas calles de mi aldea nativa
sueña mi pesadumbre con el ansía secreta
de aprisionar tu imagen lejana y fugitiva
en el febril destello de mi pupila inquieta...

Sueña que tu mirada en torno de mi pena
prende entre mis tinieblas efluvíos de lucero,
y al influjo piadoso de su lumbre serena
aparece un milagro de luz por el sendero. . .

Sueña que la irrompible hebra de lo pasado
orientaba mis pasos por el parque olvidado
donde mi anhelo escruta persiguiendo tu huella,
los risueños parajes, la luminosa estrella
que virtiendo fulgores por la floresta umbría
antes vio confundirse tu sombra con la mía. . .

Maturín Octubre 1909
Vicenta Nuñez Sucre

Fatalismo

Fue un agudo y tenaz presentimiento
aquel temor extraño de perderte
de no sentir de nuevo el suave aliento
de tus labios sellados por la muerte...

Fue un ansia de tus manos expresivas
donde hallaron las mías blando nido,
de tus cálidas frases persuasivas
que nunca mas arrullarán mi oído...

Fue el instante crucial de tu partida
acaso encrucijada del destino
para el triste derrumbe de mi vida,
y del amor que fuera orgullo y gloria
solo queda una cruz en el camino
y un lívido fantasma en mí memoria..

1908 
Vicenta Nuñez Sucre

Antonio

a Temistocles el hijo heredero de su espíritu . . . 

Parecía un Apolo olímpico gallardo pundonoroso
pudo haber sido tribuno por su verbo persuasivo
para los seres humildes tué el ¡dolo generoso
que con mano providente auxiliaba al desvalido. . .

Emprendedor incansable lo mimaba la fortuna
no llegó a engreírlo el éxito ni le arredraba el peligro
los amigos se atenian a su opinión oportuna
y esa influencia benevola le habia ganado prestigio. . .

Estuvo predestinado a triunfar en el futuro
entorpecía el medio estrecho su elevada aspiración
semejante a las estrellas resplandecía en lo oscuro
sosteniendo el noble intento de realizar su misión...

Joven se extínque en silencio como hoja desprendida
de las ramas azotadas por violento vendaval
massuperior al ambiente aun queda de aquella vida
el merecido concepto de su altura espiritual. . . 

Desligada de la carne dónde se acogerá el alma
acaso en el infinito por un instante no mas
o convertida en querube entre destellos del alba
vuela trayendo mensajes de que ya descansa en paz...

Vicenta Nuñez Sucre

Cecilia

Qué helada se encuentra la casa desierta !
muda y sumergida en hondo estupor,
sintió que de pronto abrían su puerta
y entró sin alientos quien le dió calor ...

Las manos entrelazadas sobre su pecho aterido
fueron pródigas y prestas a toda acción bondadosa,
compasivas y oportunas para infelices mendigos
solicitas le entregaban su dádiva generosa....

Deja entre los suyos desamparo y llanto,
sombríos y desnudos se ven los rincones,
sus pájaros huérfanos callaron su canto
y las flores mustias caen de los jarrones...

Retorna a la tierra lo que es de élla,
se transforma el alma en lámpara votiva
que será en su tumba luminosa estrella,
perpetuo homenaje a una austera vida....

Vicenta Nuñez Sucre

Cecilia mi Hermana

Oh muerte ! .. Dónde está tu aguijón ?
Si a los que la vida abandona le ofreces
descanso y el comienzo de la eternidad .....
Bien merecía ella ese descanso. Siempre
sufriendo en lucha constante contra la
injusticia y la mezquindad.

Dedicó su vida entera a remediar necesidades
y compartir angustias. Al desaparecer, deja,
junto con el ejemplo de sus virtudes y severos
principios, el recuerdo de su exquisita sensibilidad.

No habrá quien negarle pueda el atributo
de su inteligencia y la probidad de su meritoria vida.
Sea la paz el lugar donde reposa y entrega
lo que de la tierra era, su materia inerte.
Bienaventurado su espíritu selecto,
acreedor a la justa acogida de Dios.

Vicenta Nuñez Sucre
23/12/1971

Visiones de Ciega

para mi hermana Cecilia Nuñez Sucre.

En el pertinaz desvelo
de estas noches intranquilas,
añoranzas del pasado
acuden a mi memoria.

Visiones imaginarias
ante mis ciegas pupilas,
con matices engañosas
de realidad ilusoria.

En mí febril desvarío
he visto por la llanura
correr silencioso un río
percibiendo su frescura.

He visto casas en ruinas
despojadas de sus puertas
y marchitas las clavellinas
en las ventanas desiertas.

Vi salir de las lagunas
alzarse en vuelo las garzas,
poblando de blancas plumas
los carrizos y las cargas.

Vi llevando campesinos
a pequeños de la mano,
atravesando caminos
por el ardoroso llano.

Frente a sus chozas de palmas
he visto pastando bueyes,
entre mastrantos y malvas
bajo floridos mereyes.

Por espesos carrizales
que el verano ha calcinado
vi en busca de manantiales
errar sediento el ganado.

VI vacas en chaparrales
desperezando su sueño,
correr hacia los corrales
al comienzo del ordeño.

Una anciana, presurosa,
vi cargar hasta su casa
llena de leche espumosa
la primitiva camaza.

He visto al rayar el día
volando de los bucares
en confusa algarabía
arrendajos y turpiales.

Desde mi rústica estancia
muchas veces recorrí
en mi venturosa infancia
lugares donde nací. 

Recogiendo pomarrosas
y guayabas sabaneras
perseguí las mariposas
por quebradas y laderas.

¡Campos de la tierra mía
nunca más he de mirar;
en mi ciega fantasía
sólo los podré encontrar!

Vicenta Nuñez Sucre

El Sembrador

(A mí hermana Adelaida Nuñez Sucre )

Iluso sembrador de Galilea
alzaste tu palabra redentora,
sobre una torpe humanidad que ignora
la magnitud excelsa de tu idea.

Esquivos al clamor de tu clemencia
que inagotable, caridad inspira,
a través de los siglos aún conspira
la ceguera fatal de la violencia.

Sí volvieras Jesús; es tu destino
de nuevo hallar la lanza de Longino
y de Yscariote el beso fementido;
la negación de Pedro, y el olvido
de tu postrera súplica de amor,
cuando expirante gimes: ¡perdónalos Señor !.

Vicenta Nuñez Sucre

La Abuela ( Carmen Sucre Alcalá )

a las hijas de Antonio, mi hermano predilecto..

Mí madre tenía el andar
tan leve como la brisa
era tímida y fugas
en sus labios la sonrisa ...

Desprovista de experiencia
ingenua, bella y mimada
comenzó su adolescencia
con afanes de casada...

Contando tan pocos años
destruyeron su alegría
rudezas y desengaños
que élla antes desconocía...

Desvaída la belleza
por su palidez de cera,
una profunda tristeza
quedó en su expresión severa...

Conservaba todavía
esbeltez en la figura,
y en el gesto parecía
espontánea su finura...

Apenas se le escuchaba
la voz sosegada y queda
que a su palabra le daba
una suavidad de seda...

Tuvo su faz la blancura
del pétalo de una díamela,
y un destello de amargura
en sus ojos de gacela...

Llevando su alma una pena
empeñada en ocultar,
siempre hermética y serena
no la veíamos llorar...

Amante de la cultura
de noche se entretenía
eligiendo la lectura
que su gusto prefería...

La mano ágil y pequeña
combinando coloridos
con habilidad diseña
la trama de sus tejidos ...

Compasiva y laboriosa
en su esfuerzo conseguía
la dádiva generosa
que a los pobres ofrecía...

Sus finos dedos de priora
hojean su devocionario
mientras espera la hora
de comenzar su rosario...

El término de su vida
fué fugaz como la brisa,
sólo parecía dormida
en sus labios la sonrisa...

Evocándola he sentido
su voz cadenciosa y leve,
susurrándome al oído
que las madres nunca mueren... 

Vicenta Nuñez Sucre

Lazarillo

La sonata montañera
de humilde cucarachero,
fué describiendo un sendero
a mi penosa ceguera.

Revuelta en giro ligero
por el tupido follaje,
llegando hasta mí el mensaje
de su trinar mañanero. 

En los albores del día
vuelve al ánimo la calma,
adueñándose del alma
la rítmica melodía.

Cantor de frágiles galas
atraviesa el horizonte,
probando de monte en monte
la eficacia de sus alas. 

No acalle una tempestad
su melódica romanza,
no se pierda la esperanza
en mi acerba obscuridad.

Vuela feliz pajarillo
a tu escondido tejar,
sin que llegues a ignorar
que fuiste mi lazarillo. 

Vicenta Nuñez Sucre
1968

El Cotoprix en Cumaná

a Tito..

Arbol hospitalario que en la monotonía
de los viejos recuerdos jamás borra el olvido,
porque en las horas lentas de mí melancolía
hallé bajo su fronda leve calor de nido....

Leve calor de plumas que en la fragante almohada
de sus mullidas hojas desvaneció mi hastío,
oyendo en los rumores en la ciudad callada
la cadencia armoniosa conque discurre el río...

El río resonando su cascabel sonoro
en el hondo silencio del espeso follaje
donde prende furtiva luciérnaga de oro.
Luciérnaga de oro que en las noches tranquilas
pintando de fulgores el fondo del paisaje
vertió sobre mi pena la luz de sus pupilas ...

Vicenta Nuñez Sucre

Nostalgia

A Flora y Carmencita

Maturín ! mi hogar nativo, el de jagueyes risueños
el de feraces praderas y dilatada llanura.
Aún quedándome distante a mí, lo acercan mis sueños
para mitigar mis ansías en sus fuentes de frescura.

Sueño con sus patios llenos de madreselvas y rosas
donde se aspira el aroma de helíotropos y jazmines;
y añoro el leve susurro de las bellas mariposas
llevando nuevos matices a los floridos jardines 

Ausente del pueblo mío entre lugares extraños
sentía aguda la nostalgia de mí salita lejana
y, ahora, que ya vencida por el fardo de los años,
surge de mis noches insomnes el imperativo anhelo
de asomarme como antes a su modesta ventana,
a ver salir las estrellas en el luminoso cielo 

Vicenta Nuñez Sucre 1974

Adolescencia

Era modesta mi estancia
y acogedor el jardín.
Era aspirar la fragancia
del romero y del jazmín.

Era luminoso el día
y risueña la mañana.
Era tierna melodía
que llegaba a mi ventana.

Era el trino de un luidor
en su canción mañanera.
Era un amplio corredor
donde había una pajarera.

Era observar en las lomas
entreabrirse los capullos.
Era oir de las palomas
sus candorosos arrullos.

Era apacible el ambiente
del cálido mediodía.
Era allí una adolescente
enhebrando fantasía.

Era miel del colmenar
suspendido tras las rejas.
Era blando susurrar
el vuelo de las abejas.

Era lenta la campana
que por las tardes tañia.
Era en la iglesia cercana
el toque de AveMaría.

Era contar golondrinas
rayando el azul del cielo.
Era ver entre neblinas
aparecer un lucero.

Era el retozo de un niño
en una noche de luna.
Era una alfombra de armiño
sobre la acera desnuda.

Era eso, la vida mía,
ensueños, versos, canción.
Era que permanecía
sin trabas el corazón 1 . . .

Vicenta Nuñez Sucre
Maturín Abril 1906 

Libélula




Liba la mariposa el néctar de las flores
para saciar su sed de incansable viajera
la elevarían sus alas a ignorados alcores
o se detuvo el vuelo en lejana ribera. . .
Se apresura a emprender una nueva aventura
exponiendo su vida efímera y liviana,
sueña alcanzar la estrella destacada en la altura
antes de aparecer el sol de la mañana . . . 

Vuela tenaz libélula, en busca de un misterio
que intenta descubrir su ingenua fantasía,
posará en las ojivas de un viejo monasterio
donde tal vez encuentre final su romería. . . .

Como élla, el hombre intrépido, ambicioso y voluble
se dedicará a escrutar secretos del arcano,
desechando el iluso la grave incertidumbre
de hallarse ante un enigma vedado al ser humano . . . . 
Vicenta Nuñez Sucre

lunes, 13 de agosto de 2007

Mapirito

(Relatos infantiles para mis nietos y bisnietos)

Mapirito se ha llamado
el lugar en que vivimos,
solo se habrá derrumbado
la casa donde nacimos.

Casa campestre tenía
holgadas habitaciones,
y una rústica alquería
alojo de los peones.

Fuimos varios los hermanos
y un huérfano recogido,
quedó sin madre temprano
y la nuestra le dio abrigo.

Pequeños éramos cinco
baquianos de la sabana,
Rafael, Antonio, Francisco,
Cecilia y yo las hermanas.

Nos obliga a despertar
Bravonel, con sus ladridos
siguiéndonos al corral
entre reses y bramidos.

En espera apetitosa
del ordeño de Fortuna,
su tibia leche espumosa
tomábamos en totuma.

Nos daba un jaujau dorado
Paula, experta en el aripo
que con la leche mezclado
lo encontrábamos más rico.

Dejábamos los corrales
sin ajustar las tranqueras
a coger en matorrales
golosinas sabaneras

El botín lo compartíamos
entre riñas y jarana,
porque todos preferíamos
las guayabitas raijanas.

Abriendo alambres de púa
que cercaban el solar
salíamos por la abertura
buscando donde jugar.

Invadíamos potreros
persiguiendo lagartijas
escarbando bachaqueros
y las casitas de hormigas.

Dispersábamos las ranas
que enloquecidas huían
y en las quebradas cercanas
rápidamente se hundían.

Por cultivadas laderas
donde crecen las auyamas,
pisábamos sementeras
ahuyentando las iguanas.

Coleccionábamos cuibas,
corozos y caracoles,
pito pito y espigas
parapara y cundeamores.

Atrapábamos cocuyos,
tarítas y cerbatanas
y arrancábamos capullos
para echarle a las tiojanas

Celosas nos vigilaban
las negras Juliana y Pía,
libertas de los Monagas
que nuestro hogar acogía

Desoyendo sus alertas
arreábamos los becerros
a empalizadas abiertas
azuzándole los perros

Ocultos en el sembrado
callamos el vocerío
temeroso del ganado
que salía a beber al río.

Íbamos a la quesera
fatigados de relincho,
a saber de qué manera
hacían los quesos de cincho.

Justo y Pablo, los peones
en los burros nos montaban,
y revisando sillones
cuidadosos nos guiaban.

Nos apean en la cocina
donde en un ture, sentado
espantaba las gallinas
Milano, el viejo soldado.

Rememora sus campañas
en las luchas federales.
Refiriéndonos hazañas
de godos y liberales.

Escuchábamos atentos
curiosos y amedrentados
los aterradores cuentos
de un revoltoso pasado.

En canoas abandonadas
bajo los anchos halares.
De las gallinas echadas
registrábamos nidales.

Francisco, sin hacer ruido
ágil trepaba las matas
creyendo hallar en los nidos
las ariscas paraulatas.

Volvíamos a la casa,
sedientos del agua clara,
repartida por Tomasa
de sus obscuras taparas.

Pendientes de las cigarras
cuyo susurro se oía
no atendíamos las pizarras
que mamá nos imponía.

No había reprensión ceñuda
de los padres tolerantes
ella frágil y menuda,
él robusto y arrogante.

Felices fueron los años
en la estancia campesina
sin sospechar desengaños
que malograran la vida.

De aquella niñez traviesa
añorando su ventura
se aminora la tristeza
en mis horas de amargura.

Del paraíso perdido
tan sólo quedamos dos,
Los otros han acudido a la llamada de Dios...

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez

1968