jueves, 18 de noviembre de 2010

Francisco Dominguez Acosta

Se apoderaba del ánimo solemne recogimiento
cuando su voz armoniosa y emocional discurría
En cuál fuente de ternura obtuvo su pensamiento
el dogma espiritualista que de sus labios fluia.

Teosofista soñador idealíza esa doctrina,
con su ingénita modestia reflejada en la finura
del acento mesurado que de súbito reanima
el caudal insuperable de su exquisita cultura....

Algo divino en su ser subyugaba y conmovía
asoma a la mansedumbre de su mirada serena
y en la tímida sonrisa iluminando su faz.
Nada interrumpe el silencio que su espíritu imponia
y bajo el místico influjo de una expresión nazarena
sugestionan sus palabras precursoras de la paz.... 

Vicenta Nuñez Sucre de Yanez

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