jueves, 18 de noviembre de 2010

Lazarillo

La sonata montañera
de humilde cucarachero,
fué describiendo un sendero
a mi penosa ceguera.

Revuelta en giro ligero
por el tupido follaje,
llegando hasta mí el mensaje
de su trinar mañanero. 

En los albores del día
vuelve al ánimo la calma,
adueñándose del alma
la rítmica melodía.

Cantor de frágiles galas
atraviesa el horizonte,
probando de monte en monte
la eficacia de sus alas. 

No acalle una tempestad
su melódica romanza,
no se pierda la esperanza
en mi acerba obscuridad.

Vuela feliz pajarillo
a tu escondido tejar,
sin que llegues a ignorar
que fuiste mi lazarillo. 

Vicenta Nuñez Sucre
1968

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